Los meridianos de la acupuntura china muestran una vigencia de más de 5.000 años.
Y aunque la soberbia de la medicina occidental no le permita incorporarlos como elemento fundacional de la medicina, ellos existen y seguirán existiendo.
El meridiano (conducto virtual sin existencia real anatómica) de intestino delgado, termina justamente en el oído y produce la mayoría de los problemas auditivos.
La medicina de Occidente se ha concentrado en la bioquímica de los procesos del organismo. Es decir de que está compuesto, qué tejidos, qué fluidos, y el minucioso control y evaluación de estos elementos.
En cambio la Medicina Oriental que se remonta 3.000 años antes que los primeros antecedentes occidentales (Hipócrates y la antigua Grecia), se han ocupado de investigar otros aspectos del organismo: la biofísica concretamente. Es decir, cómo circula la energía en el organismo.
Y esto es tan concreto como ver qué contiene un pedazo de carne o la composición de la orina.
Y una diferencia abismal que tienen ambas medicinas en nuestros tiempos es la siguiente: La Medicina Oriental ha asimilado (con la sabiduría que la caracteriza) el enfoque de la Medicina Occidental, es decir no es concebible un hospital chino que no tenga sus laboratorios de análisis, rayos X, etc.
En cambio para la Medicina Occidental hablar de cómo circula la energía en el organismo es simplemente algo esotérico, o algo así, que ni siquiera se estudia en las universidades.
Por ello para un médico chino que conoce perfectamente cómo circula la energía (y de esto existen diagramas hace 5.000 años) entiende fácilmente como un desarreglo alimentario puede concluir en una otitis, (ya que el meridiano de intestino delgado termina justamente en el oído).
En cambio para un médico occidental, especialista en otorrinolaringología, hacerle entender que si tiene un problema en el oído es por algo que comió, es dificilísimo.