La retina es el epitelio más especializado del cuerpo humano. Tiene 14 capas diferentes de células.
La influencia del intestino es grande. Los alimentos que más afectan a la retina son los lácteos no maternos y los azúcares.
Por eso es público y conocido que a los diabéticos se les afecta la vista (retinopatía diabética).
Usted, posiblemente no sea diabético, porque le hacemos una glucemia (medimos el azúcar en sangre) en ayunas, y le dé bien.
Pero si le medimos la glucemia después de comerse un alfajorcito, una golosina o un plato de fideos, le dará por la “estratósfera”.Es decir, la glucemia sube muy rápidamente a diferencia de cuando consumimos un cereal integral o una proteína que sube mucho menos y lentamente. Y dura un tiempo mucho mayor. Por el contrario en el caso de los dulces así como la glucemia sube abruptamente, luego también bajará muy rápidamente, produciendo un síndrome de abstinencia (los dulces son muy adictivos) por lo que la persona ingiere nuevamente otro cereal refinado (galletitas, barritas, alfajorcitos, etc) o dulce. El resultado es que pasan la mayor parte del día con una glucemia similar a la de un diabético.
Y al ojo no le interesa mucho si Ud. es diabético, lo que le interesa es que se le viene una avalancha de azúcar con la sangre.
A veces mis pacientes de retinitis o de maculopatías me comentan que les dijeron que con su dolencia no hay nada que se pueda hacer, ya que las lesiones de la mácula son irreversibles.
Y esto es cierto, pero es un grave error, puesto que hay muchísimo que se puede hacer. Por empezar conociendo las causas alimentarias, hay que corregirlas, para así evitar que la dolencia siga progresando. Y para esto también la acupuntura junto con la dieta es un recurso muy útil.
Y aún en aquellos casos más graves en que no se pueden recuperar, no es lo mismo sentarse a esperar como uno se queda ciego, que controlar la dolencia y conservar el resto de vista que se tiene.
Por ello es nocivo el médico que dice “no hay nada que hacer”. En realidad , ése médico es el que no puede hacer nada, pero hay otros que sí, que poseen distintos recursos.
En las maculopatías, tanto las de origen diabético como otras, ya sean retinitis pigmentaria, etc. la medicina convencional carece de recursos para recuperarlas, o a lo sumo recursos paliativos que a veces pueden retrasar o no la evolución de la enfermedad como el Laser y ciertas inyecciones intraoculares que en mi experiencia no solo no mejoran, sino que agravan francamente el cuadro.
Y esto sucede pues la medicina convencional desconoce el origen de estas dolencias o las considera de origen genético.
Mas allá de que haya dolencias puramente genéticas la mayoría de las así consideradas se deben a los excesos que cometen las madres durante el embarazo. O también al haber “heredado” los hábitos alimentarios.
Y cuando en medicina se desconocen los orígenes de las dolencias, se suelen implementar tratamientos erróneos.
Mi experiencia es que con el tratamiento que propongo he logrado mejoras enormes y a veces tan impresionantes que los mismos oftalmólogos no pueden imaginar que sucedan y quieren que sus pacientes sean estudiados para que pueda determinarse la causa de su recuperación.
En el sector de testimonios del sitio web hay algún caso que así lo testifica.