He escrito sobre muchos problemas de salud ligados a las lumbalgias, pero creo que es necesario insistir sobre el tema en forma más específica.
Se puede estimar que esta dolencia afecta a unos 500 millones de personas.
Como hay tantos afectados, también existen múltiples maneras de tratarla, que conviene conocer aunque sea de manera muy somera. Como cada escuela tiene una manera particular de tratar esta dolencia se hace conveniente, entonces, trabajar en forma conjunta ya que tanto la solución más definitiva (la alimentación), como todos los paliativos, tienen mucho que aportar a este tratamiento.
Muchos, están hartos -con razón- de que después de un video gratuito de 15 minutos (o más) les ofrezcan otro (de 45 minutos y pago en US$) con redundantes soluciones mágicas que sólo conducen a la pérdida de tiempo y dinero.
Se los voy a resumir en una frase: “La lumbalgia proviene, en definitiva, de la mala alimentación” (aunque le hayan pegado un "hachazo" en la columna). Para arreglar la alimentación después de la DEBIDA consulta a los especialistas, siga la dieta de mi página. Allí se menciona la soja, pero es menester aclarar que aún la orgánica es tóxica. Pues le inoculan al sembrarla un microbio que se llama rizobio, haciendo que la planta absorba mayor cantidad de nitrógeno, lo que aumenta el peso de la cosecha. Además hay que evitar el consumo de cereales.
Por supuesto si Ud. ya tiene el “hachazo” en la columna la alimentación sana solamente no lo va a recuperar (si es recuperable). Aunque es muy factible que alivie en parte sus dolores.
Muy pocos, a excepción de los pacientes que he tratado y lo han comprobado en sí mismos, comprenden la verdadera etiología (causa) de esta dolencia y la forma simple con que se recupera totalmente, cuando no hay lesiones anatómicas significativas.
Para entenderlo, hace falta saber cuál es una buena combinación de alimentos y eliminar aquellos alimentos que por sí solos son tóxicos como los lácteos o producen ácido y alcohol como los cereales.
La opinión de que los argentinos no somos capaces de hacer las mejores cosas está muy arraigada en nuestro país.
Es hora de que reconozcamos que tenemos y hemos tenido maestros extraordinarios que no conocemos. ¿Alguien sabe quién fue el Dr. David Sussmann o Fedora Aberastury o tantos otros que nunca fueron valorados o reconocidos? Seguramente hay muchos que conocen a Ravi Shankar, pero sin desmerecerlo a él, afirmo enfáticamente que tenemos que valorar lo nuestro también.
Volviendo al tema, el dolor de cintura (lumbalgias) como lo conocemos popularmente, o el Low Back Pain (LBP) como se lo conoce en USA, es una de las dolencias más extendidas, como ya hemos dicho, especialmente en las personas mayores, aunque afecta también y cada vez más a muchísimos jóvenes y niños.
Como siempre digo, el médico especialista DEBE SER CONSULTADO para realizar los exámenes pertinentes y llegar a un diagnóstico que determine el TIPO Y GRADO de lesión que tiene. Por ejemplo, si Ud. tiene un corrimiento vertebral, artrosis o lo que sea, aunque provengan muchas veces de las mismas razones alimentarias, el proceder terapéutico cambia. No podemos, como su bien intencionado profesor de gimnasia o artes marciales, decirle: la mejor terapia es el movimiento y enviarlo a trotar. O como he visto que un reputado (con perdón de la palabra) especialista en el dolor de espalda inferior en U.S.A. decía: “Sé que le duele la espalda, pero vaya y corra, actívese en lugar de tomar una pastilla”. Hay que tener mucho cuidado con estas indicaciones, pues si bien puede ser muy progresista evitar la medicación, no se puede ser tan simplista, porque las consecuencias pueden ser terribles. Digamos que es muy loable que un médico intente evitar indicar un remedio demás, pero tampoco se puede tirar toda la medicina convencional (que es extraordinaria) a la basura.
Por supuesto que hay ejercicios específicos que conoce el, generalmente, poco valorado Kinesiólogo (que para eso estudió), o los que proponen los distintos sistemas de gimnasias como el Yoga, Chi Kong, Reiki, la Eutonía de Gerda Alexander. Feldenkrais, hueseros, etc. También el Sistema Consciente para la Técnica del Movimiento que es absolutamente superior a todos los mencionados, pero que la mayoría no conoce. Lo diseñó una Argentina llamada Fedora, nacida en Chile, que murió hace unos 30 años sin la merecida trascendencia (¡cómo se la iba a conocer si es una simple “sudaca”!). Lo mismo sucede con la últimamente mentada dieta “paleo” que trata de incluir los alimentos animales en una dieta naturista. Tarea que vengo haciendo hace 30 años, discutiendo con los vegetarianos y veganos, que confunden vegetarianismo con naturismo. Asimismo la mencionada dieta propuesta por un famoso médico -no es sudaca por supuesto- comete el grave error de excluir las legumbres, cuando estas son excelentes alimentos. Dicha excelencia no solo es comprobable clínicamente, sino que hasta un libro del Antiguo Testamento, “Daniel”, las recomienda como el mejor alimento para conservar y recuperar la salud. Mucho más erróneo aún es no considerar la compatibilidad de los alimentos. Por cierto, esas mismas legumbres no son compatibles entre sí (no se puede comer lentejas con garbanzos), ni deben mezclarse con huevo u otros productos animales, ya que se producen substancias tóxicas como las leucomaínas y las ptomaínas. Así sucede con otras malas combinaciones que producen estragos en la salud. Es importante el hecho de que en los últimos siglos especialmente el XX y XXI, debido a la cada vez mayor globalización del comercio, todos los alimentos se encuentran disponibles y se mezclan sin considerar su compatibilidad. Es decir, Ud. puede comer carne “Kosher” con huevos y cebollas orgánicas y después comerse una fruta también orgánica y hace un desastre. Estas malas mezclas como otras ya están descriptas en el Talmud y otros escritos milenarios. El hombre contemporáneo cuando piensa en lo que comían en la edad media cree que lo hacían como en las grandes festividades de la “corte” que mezclaban 100 cosas distintas. Otra era la alimentación que realizaba el común de la gente que a lo sumo juntaba dos o tres cosas por comida. Asimismo, los cortesanos no comían todos los días semejantes mezcolanzas. De todas maneras es bueno recordar que el promedio de vida de los cortesanos era aproximadamente de 30 años, mientras que el promedio de la plebe se acercaba a los 50 años. Tampoco a nadie se le ocurría la peregrina idea de comer seis u ocho veces por día, muy por el contrario se comía una o dos veces por día.
Por todo lo que he mencionado, en la lumbalgia se hace necesario consultar al Médico Especialista (en tanto no le dé un ataque de modernismo y sin más lo mande a correr), y si su traumatólogo determina que no hay ninguna lesión significativa, entonces Ud. podrá realizar los movimientos adecuados y sugeridos por el profesional pertinente. De esa forma al ir conectándose con el dolor a través de los ejercicios pondrá su conciencia en el dolor, que es una de las condiciones para su curación. De la misma manera procede una aguja de acupuntura, que punza en el dolor para aliviarlo. Ese dolor que Ud. siente, y no le quepa la menor duda, es como una acupuntura que realiza su propio organismo para re-equilibrarse. Desde ya, que tendrá también que atender a las causas de la mala alimentación, ya que a menudo no existen razones mecánicas o golpes que puedan explicar el dolor.
A veces me encuentro con pacientes que me dicen: “pero no Doctor, esto me lo hice por hacer un mal movimiento, y ahí me quedé duro”. Entonces les explico, pacientemente, que ese mal movimiento se lo hicieron porque su organismo “necesitaba” hacerlo. Mucho más difícil aún es explicarles lo mismo cuando se fracturan o tienen un accidente.
Este Universo es por una parte tan poderoso y por otra tan sutil que pareciera que tendríamos que andar por la vida en puntillas de pie. Cuando el traumatólogo constata que no hay ninguna lesión importante a veces le indicará analgésicos y anti-inflamatorios, o también en la mayoría de las ocasiones el mismo afectado se auto medicará.
Esto, por cierto, podrá aliviar momentáneamente, pero, además de cronificar la dolencia y producir en muchos casos adicciones, tiene el efecto de irritar más el intestino delgado. Lo que agrava la situación, ya que, a mi juicio, el intestino es el responsable más frecuente.
La medicina china, de 5.000 años de antigüedad (a diferencia de los poquitos siglos de la medicina occidental), se ocupa de la biofísica del cuerpo humano, es decir, de como circula la energía en el cuerpo humano a través de los meridianos.
Así ha llegado a la muy acertada conclusión que el intestino (especialmente el Delgado) regula TODOS los epitelios, o tejidos de revestimiento del organismo, entre ellos el epitelio de los huesos, denominado periostio. La medicina China otorga funciones GLOBALES a cada uno de los órganos (macizos como el hígado) o entrañas (huecas como el Intestino Delgado). En el gráfico que acompaño se ilustra el meridiano que en occidente se denomina de la Vejiga, que obtiene su energía del meridiano de Intestino Delgado. Estos dos meridianos se conocen en Oriente como uno solo que se llama Tae-Yang. En occidente se los divide en dos por razones prácticas ya que tienen entre los dos 86 puntos y hay que estudiar de cada uno su ubicación, los síntomas que produce y demás características.
Meridiano de vejiga lado derecho (es bilateral). Destacando el sector que produce las lumbalgias.
Por supuesto que el ejercicio indicado por un profesional calificado como dijimos es una de las principales formas de recuperación. Me refiero a ejercicios lentos, estiramientos, masajes delicados, etc. focalizando la conciencia en la zona de dolor, y no en cuán grande es el estiramiento.
Pero, sin ninguna duda, lo que hay que mejorar es la alimentación, incluyendo la compatibilidad de los alimentos (no se pueden consumir todos juntos). No me extiendo sobre el tema pues ya lo tienen en mi web.
Hay muchas medidas que se pueden tomar para aliviar las lumbalgias y las menciono porque se trata de cosas útiles, pero sólo en calidad de paliativos. LA CURA ES LA ALIMENTACION. Estos paliativos (además de los ejercicios adecuados), entre muchos otros son por ejemplo: Tomar sol, que además de calor favorece la síntesis de vitamina D. Consumir grasas omega 3, presentes en pescados como el atún, la caballa, la anchoa, etc. (no de lata) y especialmente el aceite de Krill.
El Cannabis medicinal cuya indicación más frecuente es la lumbalgia (LBP) y que ya admiten 28 de los 50 Estados de USA. Acupuntura, que ha demostrado ser muy eficaz. Acá vale la pena aclarar que cuando tratamos la lumbalgia con acupuntura, punzamos mayormente el meridiano Tae-Yang (en occidente Intestino Delgado y Vejiga), y claro está que si cuando salimos de la sesión nos comemos una hamburguesa completa y un alfajor de chocolate, los efectos de la acupuntura se verán muy atenuados.
Hay especias como la Cúrcuma, el Jengibre (anti-inflamatorio), la bromaleina presente en el ananá, los espárragos, que contienen aspargina que rompe los cristales de oxalato. Y como hemos dicho toda técnica que focalice la conciencia en el dolor (finalmente para eso sirve el dolor, para llevar nuestra conciencia a la zona).
Además de evitar las malas combinaciones no se deben consumir lácteos (verdadero veneno cancerígeno, como está probado experimental y estadísticamente).
Y tampoco cereales, pues el producto de su metabolismo son el ácido y el alcohol (de la fermentación de los cereales se obtienen la mayoría de las bebidas alcohólicas), que irritan más el intestino delgado que da su energía al meridiano de Vejiga, que como dijimos, es el responsable de la dolencia. En resumen puedo afirmar que, de no existir lesiones graves que produzcan la lumbalgia, la mayoría de ellas cede con una o dos semanas de dieta.
También, además de la causa alimentaria que consiste en lo que consumió en la víspera o ante-víspera de la aparición del dolor (gotita que rebasó el vaso), están las razones que no por dejarlas para el final son menos importantes. Se trata de las razones “psicológicas”. A ser tomadas muy en cuenta pues la mayoría de las lumbalgias que no son producidas por la mala alimentación, reconocen su origen en conflictos psicológicos. Muchas veces las lumbalgias aparecen y desaparecen solas sin que haya motivos detectables. Cuando existe un conflicto psicológico muy doloroso o que no se puede resolver en el momento, se bloquea inconscientemente su acceso a la conciencia, y ésta se eleva por sobre sus niveles habituales. Esto hace que las estructuras del organismo queden sin la suficiente “cobertura” y se hagan pasibles de sufrir distintas dolencias. Finalmente cuando la pertenencia al cuerpo se hace insostenible el espíritu (conciencia, Chi o como quiera llamarlo) se libera totalmente y se produce el deceso.