Caso #1: La llamaremos Mónica, de 44 años.

Consulta por una variada patología que incluye constipación (mueve el intestino cada 3 ó 4 días), molestias en el estómago, hinchazón del abdomen, dolor en la parte superior de la espalda y en cuello (trayecto del meridiano de intestino delgado).

Se manifiesta muy cansada (el intestino es el lugar donde se saca la energía de los alimentos para entregársela al resto del organismo). Al irritarse el intestino, uno de los primeros síntomas es la falta de energía, el cansancio.

Se le realiza, como a todos, el diagnóstico por los 12 pulsos chinos.(ver) Están alterados los meridianos de Intestino Grueso, Estómago, Intestino Delgado, Vesícula Biliar y Vejiga.

Se la interroga entonces sobre síntomas correspondientes a Vesícula Biliar: amargor (bilis), irritabilidad, mareos y sudores en la zona occipital, y los posee todos.

También tiene zumbidos en los oídos o acúfenos (el meridiano de intestino delgado termina justamente en el oído y produce estos síntomas).

Realiza una dieta muy tóxica: comienza el día con mucho mate (que es cancerígeno) y galletitas dulces. En los almuerzos come guisos en los que mezcla carne con tomate y con papa, milanesas con papas, canelones con salsa, fideos al tuco, pizza, asado al horno con papas, yogur, manteca, flan, dulce de leche, caramelos, chizitos, etc. La mayoría de estos alimentos (salvo los lácteos) se pueden consumir, pero combinados de esta manera son totalmente indigestos y producen toda la patología descripta anteriormente.

Se le prescribe la dieta con la tabla de combinación de alimentos, una mezcla de hierbas medicinales, un ejercicio interno para recuperar el intestino (ver) y Vitaminas antioxidantes y minerales.

Al mes regresa muy mejorada: mueve el intestino todos los días, no tiene más amargor. Aunque el acúfeno todavía no se le ha ido del todo.

Se le corrigen algunos errores en la dieta (que yo también a veces cometo), y regresa al mes. Ahí la recuperación es completa. No presenta ninguno de los síntomas que presentaba, duerme mucho mejor (antes no podía) y todos los pulsos de los meridianos se han recuperado.

Caso #2: lo llamaremos Roberto, de 66 años.

Desde hace 4 semanas atrás ve puntitos negros y un flash de luz en el ojo derecho. (Que suele interpretarse como un tironeo de la retina y una amenaza de desprendimiento).

Aduce digestión lenta, gases y acidez. Su meridiano de Intestino Delgado está sin carga (no pulsa), su abdomen se hincha (los 7 metros de intestino delgado irritado), y le duele cuello y hombros.

Está medicado con antidepresivos hace 2 años.

Su dieta consiste básicamente en: café con leche con galletitas o pan con queso y dulce, arroz blanco con queso, Te con galletitas. Milanesas, pastas, pizza, asado con pan, etc.

Al medirle la vista con la cartilla para visión cercana, no alcanza a ver ninguno de los tamaños de letras; solo puede leer con dificultad el título de la misma. De lejos alcanza 3/10 con el ojo derecho y 2/10 con el ojo izquierdo.

Se le indica la dieta, los ejercicios oculares y se programa un tratamiento de 8 sesiones de acupuntura para los problemas de retina. Después de 2 sesiones y 15 días los flashes de luz que experimentaba han desaparecido.

Su agudeza visual ha aumentado hasta 1,75 y de lejos llega a las 5/10. A un mes de comenzado el tratamiento, avanza a 1,25 para cerca y 7/10 para lejos. Y esto a pesar de seguir usando en parte los anteojos por necesidades laborales.

Su mejoramiento visual es más lento por esta causa, pero ya está usando para leer los anteojos que antes usaba para lejos. Al cabo de otro mes la visión lejana llega a las 10/10 y en la cartilla para medir la visión cercana ya alcanza a leer el párrafo correspondiente a las 0,75 dioptrías (al comienzo estaba aproximadamente en 4 dioptrías).

El colesterol que estaba aumentado baja a 140 (muy por debajo de lo aceptable). Su estado general es óptimo y continúa el tratamiento sólo, hasta su recuperación total. También ha dejado gradualmente de tomar los antidepresivos, que se le han reemplazado por una hierba medicinal que le levanta el ánimo y no tiene ningún efecto colateral.

Luego para mantener su vista hasta una edad muy avanzada solo tendrá que ejercitarla 3 ó 4 minutos por día. El mismo tiempo que le dedicamos a los dientes.